La semilla de la noche

Escondido en los surcos de los árboles
tiznado de ocre, disimulando al alba
caudales de esperanza, silencio y pudor traviesos
que el viejo cielo soporta
sonidos esparcidos en un velo al viento
negro silencio renaciendo en el abismo
recuérdate, espeso humo ingrato
¡como callabas; aturdido, asustado!
¿temes la herida futura en tu pecho?
¿está la simiente enterrada en tu alma?
¡tendrás que caminar de nuevo viejo vago!
la prisa maneja las riendas, jinete fantasma
como una sombra que se tambalea
recordando los días de gloria y barro
austeras piedras calientes
velaron por los sufridos soldados
dormidos en el origen del hombre
volverán arando surcos en los cielos
y sembrarán la semilla de la noche
sus frutos inocentes brotarán con dudas
mirando su soledad, sus pies esclavos
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Músico, fotógrafo y escritor, sendas en busca del mismo fin, la particular manera de vivir y en consecuencia, expresarlo.

